Los Números Complejos
Los números complejos es
un tema que ha sido muy poco estudiado en las distintas etapas de la educación,
tanto a nivel básico y diversificado en la universidad. Al estudiar los números
complejos nos damos cuenta que es un sistema muy importante, porque integra
varias ramas de la matemática como lo son la trigonometría, la geometría y el
álgebra, entonces resulta bastante interesante indagar un poco más acerca de
este tema, comenzando por su historia.
Isaac Asimov en su libro
“De los números y su historia”, relata una historia en la que un profesor de
Sociología en su clasificación de la humanidad agrupó a los matemáticos entre
los místicos junto con los poetas y los teólogos, ya que para él los
matemáticos son místicos porque creen en números que no tienen realidad, para
explicarlo dijo lo siguiente, “La raíz cuadrada de menos uno no tiene
existencia los matemáticos lo llaman
imaginario, pero de alguna manera mística creen que tiene alguna clase de existencia”,
la verdad es que no hay nada de místico
en ellos, son tan reales como cualquier otro.
Los números complejos fueron
ignorados al inicio por ser para la mayoría un poco extraños y difíciles de
representar, al comienzo los hombres solamente aceptaban los números naturales
por ser los más adecuados para contar objetos que comúnmente se consideran como
unidades.
Sin embargo al medir
magnitudes como la longitud o el peso las fracciones se hicieron
imprescindibles, los egipcios y babilonios se las arreglaron para elaborar
métodos que les permitieron operar con fracciones.
Los griegos descubrieron
que había cantidades definidas que no podían ser expresadas como cocientes de
números enteros, la noción de número se
extiende más allá ya que los griegos no aceptaban que hubiera números menores
que el cero. Los números complejos aparecen entre las soluciones de las
ecuaciones cuadráticas que generan raíces cuadradas de números negativos los
cuales no poseen soluciones reales, los matemáticos griegos que conocían
métodos geométricos de resolución, consideraban estos problemas irresolubles,
el surgimiento de los números complejos no se debió solo a la imposibilidad de
resolver algunas ecuaciones cuadráticas, sino que viene también de las
ecuaciones cúbicas, más adelante con el surgimiento del álgebra durante la edad
media, el concepto de número se amplía para manipular ecuaciones, desligadas de
la geometría.
Leonhar Euler matemático y físico suizo intentó comprender qué
eran realmente los números complejos y en su "Vollständige Auleitung zur
Algebra" (Introducción Completa al Algebra) que apareció primero en Rusia
en 1768-1769 y en Alemania en 1770, que es
el mejor texto de álgebra del siglo XVIII dice: "Puesto que todos los números
concebibles son mayores que cero, menores que cero o iguales a cero, está claro
que las raíces cuadradas de números negativos no pueden ser incluidas entre los
números posibles (reales).
En consecuencia debemos
decir que son números imposibles y esta circunstancia nos lleva al concepto de
tales números que por su naturaleza son imposibles y ordinariamente se les
llama imaginarios o ideales, porque existen sólo en la
imaginación".
En 1777 Leonhar
Euler introdujo el símbolo (por imaginario), que después se adoptó de
manera general, de modo que podemos
escribir, “i ” para expresar la raíz cuadrada de cualquier número
negativo, cualquier número que combine unidades reales e imaginarias se
denomina “complejo”.